lunes, 28 de marzo de 2022

Vuelta al este.


 Cada vez que puedo me gusta ir manejando por la Baja. Y con una buena escusa: un nuevo integrante de la comunidad de La Paz no conocía la carretera al este. 

Me refiero a la carretera que sube al cerro delimitado por las Cacachilas de un lado y el Divisadero por el otro,  luego baja hacia La Ventana y si sigues pasas por Los Planes y llegas a Punta Arena y luego a Ensenada de Muertos.

Hay muchas historias por allí. Por ejemplo en Punta Arena. La primera vez que fui había algo de gente, sobre todo pescadores, que iban y venían con sus lanchas. Para meterlas al agua y sacarlas entraban con sus camionetas hasta el agua con una habilidad que evidentemente era cosa de años de experiencia.


Allí andabamos turisteando cuando de repente se nos acerca una cuadrimoto con un gringo arriba que con un español cortado nos dice que él es el señor Tortuga... ! Bueno... el señor Tortuga se la pasa por la playa de Punta Arena explicandole a la gente que allí donde hay un palo vertical clavado en la arena hay un nido de tortugas y no hay que pasar cerca, Esta es una de las maravillas de la Baja! Una atención a la naturaleza de parte de todos los que viven aquí y adoptan esta tierra como si fuera de ellos. 

También ya no sé quien en los años que llevo aquí, pero alguien me explicó que es prohibido llevarse conchas y corales de la playa, en todas las playas de la Baja Sur. Y de repente me llega a la mente la historia de una playa de Sardinia que cuando la ví por la primera vez era rosa: en el Mediterraneo los corales son rojo - no blancos - y la playa era rosa por los trocitos de coral. Con el pasar de los años la gente se fue llevando corales y corales y el resultado nefasto es que hoy la playa ya no es rosa!

Así que esta perfecto que sea prohibido llevarse piezas de coral!

 La maravilla de punta arena es que la arena es totalmente blanca, y de hecho en el camino se encuentran unas salinas que hacen que la luz se refleje muy encandilante. El contraste entre la arena blanca y la mar turquesa hace de este lugar un cuadro con una explosión de contrastes maravillosos.


Regresando a la carretera se sigue hasta que termine en Ensenada de Muertos. 

Muchas historias existen sobre el nombre de esta bahía de sueños... algunas de cronica negra, otras más creíbles. La que más me gustó a mí es la siguiente.

Cuando eran activas las tres minas grandes de la Baja - Cacachila, Triunfo y San Antonio - todo lo que se extrahía se llevaba a dorso de burro hasta la Ensenada de Muertos, que de hecho todavía tiene las ruínas de un viejo muelle para barcos grandes.

Los barcos se amarran a boyas flotantes que son mantenidas en su posición por un peso muy grande de fierro u cemento que es apoyado en el fondo de la mar. De este peso sale una cadena amarrada a un cuerpo flotante que es donde se amarra a su vez el barco. Estos pesos que se apoyan en el fondo se llaman cuerpos muertos.

La bahía sigue con muchos cuerpos muertos que una vez que dejaron las minas de operar se quedaron allí a participar a la arrecife. Y algunos de los cuerpos flotantes están en la mera entrada del restaurante de la bahía.

De la Ensenada de Muertos hoy sale mucho del turismo de pesca deportiva. Allí se puede contratar un lanchero que te saca a pescar. Y el restaurante, que es una magnífica palapa a un lado de la bahía, te cocina el pescado que tu mismo pescaste!


Cuando regresan las lanchas de la pesca los mismos lancheros filetean el pescado y todos los restos se regresan al mar. Esto hace que haya mucha vida silvestre de aves y peces que esperan avidamente su parte como impuesto dejado por los turistas.

Regresando a La Paz es muy bonito cambiar de camino y dar la vuelta por San Antonio. La subida a la sierra es preciosa y llegando al pueblito de San Antonio se da la vuelta a la derecha para llegar al Triunfo. La mina del Triunfo esta cerrada hace años, dando posibilidad a las aguas de los manantiales de allí de limpiarse del arsénico y de los metales pesado presente todavía a causa de la actividad extractiva de muchos años.

Allí es una sosta obligada la visita al Café Triunfo. Marcos, el dueño y chef, hace uno de los mejores panes de toda la Baja. Fermentación natural es el secreto, y horno de leña, donde también prepara pizza. Marcos casi siempre esta en su restaurante y vale la pena conocerlo. El restaurante es la antigua casa de los dueños de la mina y esta precioso. Es un jardín que baja dulcemente hacia el arroyo.


El servicio esta muy bueno y el café... pa' que les digo?!

Y es casi obligatorio probar los croissants! Hoy me invitó unos y a pesar de la dieta... desaparecieron en un minuto! Y no olviden visitar el Museo de la Música!


Esto es la baja.... viajar por ranchitos, descubrir nuevos lugares y conocer nueva gente.