para 4 personas:
1 kg de mejillones
3 dientes de ajo
1 chile de arbol
1/2 taza de aceite extra virgen de oliva
2 tomates bien rojos
1/2 taza de vino blanco
1/2 taza de perejil picado
4 rebanadas de pan casero
Quital la barbilla de los mejillones.
Lavar bien los mejillones en agua fresca y escurrirlos.
Pelar dos dientes de ajo y rebanarlo finamente. Cortar los tomates en filetes delgados.
En una caserola calentar el ajo con el aceite de oliva hasta dorarlo, sin dejar que el aceite se queme.
Agregar el chile de arbol y 30 segundos después agregar el tomate.
Mezclar rapidamente y cuando el tomate esté caliente, en 30 o 40 segundos agregar todos los mejillones de un golpe.
Cubrir la caserola y dejar cocinar un minuto a fuego alto.
Sacudir la caserola para hacer que los mejillones empiecen a abrirse.
Agregar el vino blanco y mezclar los mejillones.
Picar el perejil.
Dorar las rebanadas de pan en un hornito o en un comal.
El momento que todos los mejillones esten abiertos agregar el perejil y apagar el fuego.
Perfumar las rebanadas de pan frotandolas ligeramente con el diente de ajo crudo.
Acomodar las rebanadas de pan en los platos y servir los mejillones en cada plato con su jugo para que el pan absorba todo el jugo.
Servir acompañado por un buen vivo blanco frío, Chardonnay o Pinot Grigio.
