El aperitivo clásico empezó en la Roma antigua, donde era tradición tomar una copita de vino antes de cenar para estimular el apetito.
Hay que recordar que los romanos antiguos ya tenían muchos vinos distintos
(más de cuarenta tipos) y esto era parte fundamental de su cultura gastronómica.
Al principio del siglo diecinueve en Turín las Farmacias empezaron a elaborar algunos jarabes para estimular el apetito para personas que lo necesitaban: es así como nacieron unas bebidas muy famosas todavía el día de hoy, como el Cinzano, el Campari, el Punt e Mes (Punto y medio, osea para tomar a las una y media del día).
El propósito de un aperitivo hoy es algo distinto, ya no se trata de tomar sorbitos de un vino antes de cenar.
Los locales o bar que ofrecen el aperitivo se transformaron en lugares de encuentro, para poner fin al trabajo del día, para encontrarse con amigos y hacer nuevas amistades, para celebrar el final del día y empezar a relajarse con una buena bebida.
Con una copa el la mano las personas se relacionan, platican de su trabajo, planean como seguir la noche, y así los italianos comparten entre ellos y se relajan.
Las tapas son por cuenta de la casa y van desde aceitunas a bocadillos con varias experiencias etnica y gastronómicas, todo servido en la barra, que adquiere un rol aglutinante para almas solas y acompañadas.
No puedes visitar Italia sin probar un aperitivo. Y si estas en La Paz…. Aquí con Silvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario