Para 4 personas:
350 g pasta corta (rigatoni, penne o ziti)
4 cucharadas de sal de grano
1/2 l salsa blanca
120 g grana padano
150 g mozzarella
50 g pan molido
2 cucharadas de mantequilla
Procedimiento:
Poner a hervir agua en una caserola grande. Prender el horno a 220 grados.
Untar con la mitad de la mantequilla una charola para hornear de aluminio o vidrio refractario o ceramica.
Rallar la mozzarella y el grana padano manteniendolos separados.
Cuando el agua hierve agregar la sal y la pasta, y mezclar con una cuchara de madera para evitar que la pasta se pegue.
Escurrir la pasta bien al dente y ponerla en un bowl. Agregar unas cucharadas de salsa blanca y mezclar bien.
Acomodar una capa de pasta delgada en la charola para hornear. Condimentar con la mitad de la salsa blanca que queda, luego espolvorear con la mozzarella y la mitad del grana padano.
Agregar la restante pasta cubriendo bien la capa anterior. Condimentar con la salsa blanca que queda, el parmesano y el pan molido. Poner pedacitos de mantequilla sobre la ultima capa para facilitar el gratinado y poner al horno, hasta que esté bien dorada en la parte superior.
350 g pasta corta (rigatoni, penne o ziti)
4 cucharadas de sal de grano
1/2 l salsa blanca
120 g grana padano
150 g mozzarella
50 g pan molido
2 cucharadas de mantequilla
Procedimiento:
Poner a hervir agua en una caserola grande. Prender el horno a 220 grados.
Untar con la mitad de la mantequilla una charola para hornear de aluminio o vidrio refractario o ceramica.
Rallar la mozzarella y el grana padano manteniendolos separados.
Cuando el agua hierve agregar la sal y la pasta, y mezclar con una cuchara de madera para evitar que la pasta se pegue.
Escurrir la pasta bien al dente y ponerla en un bowl. Agregar unas cucharadas de salsa blanca y mezclar bien.
Acomodar una capa de pasta delgada en la charola para hornear. Condimentar con la mitad de la salsa blanca que queda, luego espolvorear con la mozzarella y la mitad del grana padano.
Agregar la restante pasta cubriendo bien la capa anterior. Condimentar con la salsa blanca que queda, el parmesano y el pan molido. Poner pedacitos de mantequilla sobre la ultima capa para facilitar el gratinado y poner al horno, hasta que esté bien dorada en la parte superior.